Exponen al manuscrito mas antiguo de los diez mandamientos en New York

El manuscrito más antiguo de los Diez Mandamientos, está siendo expuesto en el Museo Discovery de New York. Dicho escrito, es un auténtico papiro confeccionado entre el año 150 y 100 antes de Cristo, está escrito en hebreo, tiene más de 2.000 años, mide alrededor de 45 centímetros de largo por 7 de ancho.
“Es un pergamino de material orgánico.
Esta es la tercera vez que sale de Israel. Estuvo en Toronto, Australia y ahora en Nueva York”, indicó a la AFP Tatiana Treiger, curadora de la Autoridad Israelí de Antigüedades (IAA, según sus siglas en inglés), en vísperas de la apertura de la muestra.
Este escrito antiguo forma parte de una muestra más amplia sobre los rollos del Mar Muerto, que incluye más de 500 artefactos cedidos por IAA.
El Museo Discovery de Nueva York, explicó en un comunicado que el documento fue descubierto específicamente en 1954 y es parte de una colección de más de 900 rollos encontrados a lo largo de los años 40 y 50 en unas cuevas de Qumram, situado cerca del Mar Muerto.
Es la primera vez que se expone en Nueva York este pergamino, que contiene fragmentos del libro de Deuteronomio, data de entre el año 50 y 1 a.C. y es uno de los dos únicos manuscritos antiguos con los Diez Mandamientos que se cree que existen actualmente y que valor consiste en cómo debe vivir una humanidad de fe en la sociedad.
El manuscrito de los Diez Mandamientos, posee un estado de conservación “excepcional” a pesar estar que está hecho de un material tan rompible como es la piel animal, muy vulnerable a la humedad, la luz y variaciones en la temperatura.
Lo único que no sabe de estos manuscritos es quien fue autor, aunque los estudiosos afirman que los Rollos del Mar Muerto fueron escritos por miembros de una secta que se dividió del Judaísmo y vivió en el desierto de Israel desde el siglo III a.C. hasta el año 68 d.C.
De cualquier manera el manuscrito está disponible para los norteamericanos y turistas que deseen verlo, el pergamino será exhibido hasta el 2 de enero próximo en el marco de la muestra “Los Rollos del Mar Muerto: Vida y fe en tiempos bíblicos”, que tiene lugar actualmente en Discovery Times Square, en Manhattan.
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Hallan en Jerusalén la campanilla de oro de 2000 años de antiguedad del Sumo Sacerdote

Una campanilla de oro perdida en Jerusalén en la época del Segundo Templo, hace más de dos milenios, fue hallada en excavaciones arqueológicas cerca de la Ciudad Vieja, anunció el departamento israelí de Antigüedades.

La campanilla de oro puro fue hallada, según un comunicado, en un antiguo conducto de agua que parte de la fuente de Siloe, en el barrio palestino de Silwan, en Jerusalén Este.

Los responsables de la excavación estimaron que la campanilla la perdió probablemente un gran sacerdote del Templo, ya que estos dignatarios utilizaban esos ornamentos, según la Biblia.
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Israel: desentierran ciudad de los antiguos filisteos

Voluntarios y arqueólogos en el sitio de excavación de Tel el-Safi, en el sur de Israel, trabajan en las ruinas de Gath, la antigua metrópoli de los filisteos.

En las ruinas de una antigua metrópoli en el sur de Israel, los arqueólogos están recuperando la historia de un pueblo al que se recuerda hoy como los "villanos" de la Biblia hebrea.

La ciudad de Gat, donde comenzó esta semana la temporada anual de excavaciones, ayuda a los estudiosos a crear un retrato de los filisteos, que aparecen en el relato bíblico como los enemigos perpetuos de los israelitas.

Foto: Vista panorámica donde está situado el yacimiento de Tel el-safi.

Hace casi tres milenios, Gat se encontraba en la frontera entre los filisteos, que ocupaban la llanura costera sobre el Mediterráneo, y los israelitas, que dominaban las alturas del interior. El habitante más famoso de la ciudad, según el Libro de Samuel, era Goliat, el guerrero gigantesco supuestamente derribado por el joven pastor David con su honda.

Los filisteos son "casi la encarnación del otro en el relato bíblico", dijo Aren Maeir (foto a la izquierda), de la Universidad Bar-Ilan, el arqueólogo a cargo de la excavación.

Los trabajos empezaron esta semana con un centenar de colaboradores de distintos países, y sumaron nuevos artefactos a la gran cantidad hallada desde que Maier inició su proyecto en 1996.

En un hoyo cuadrado, varias ánforas filisteas de hace 3.000 años salían a la luz. Un fragmento coloreado tenía un marco rojo y una espiral negra, una decoración común en el arte griego antiguo que apunta al origen de los filisteos en el mar Egeo.

Los filisteos arribaron por mar a la zona desde la Grecia actual alrededor del 1200 a. C. Dominaron importantes puertos en Ashkelon y Ashdod, hoy ciudades israelíes, y en Gaza, en el actual territorio palestino de la Franja de Gaza.

En Gat, se asentaron en un lugar que estaba habitado desde tiempos prehistóricos. Las excavaciones han revelado que incorporaron aspectos de la cultura local, pero sin olvidar sus raíces. Cinco siglos después de su arribo seguían adorando dioses con nombres griegos.

Foto: Figurillas representando deidades egipcias

Los arqueólogos han descubierto que la arveja, o chícharo, muy común en el Egeo, era parte fundamental de la dieta filistea. Huesos descartados en el lugar revelan que comían carne de cerdo y de perro, a diferencia de sus vecinos los israelitas, que consideraban a dichos animales impuros, restricciones que persisten en las leyes alimentarias judías.

Foto: Desenterrando restos óseos de un animal.

Las excavaciones en Gat han descubierto rastros de la destrucción de la ciudad en el siglo IX a. C., con una fosa y terraplén construidos por un ejército de sitiadores que aún se ve como una línea oscura en las colinas circundantes.

Foto: Vasijas del siglo IX a. C.

Foto: Restos correspondientes al siglo IX a. C.


La destrucción de Gat parece haber sido obra del rey arameo Hazael en el 830 a. C., hecho mencionado en el Libro de los Reyes.

Gat es importante porque la "maravillosa acumulación de cultura material" descubierta allí arroja luz sobre la forma de vida de los filisteos en los siglos X y IX a. C., dijo Seymour Gitin (foto a la izquierda), director del Instituto W.F. Albright de Investigaciones Arqueológicas en Jerusalén y especialista en los filisteos.

Esto correspondería a la era del reino dominado desde Jerusalén por David y Salomón, de ser cierto el relato bíblico. Otros sitios filisteos han brindado información sobre períodos anteriores y posteriores, pero no sobre esa época crucial.

"Gat llena una laguna muy importante en nuestro conocimiento de la historia filistea", dijo Gitin.

En 604 a. C., Nabucodonosor de Babilonia invadió las tierras de los filisteos y masacró a sus habitantes. No quedan rastros posteriores.

Los cruzados que llegaron de Europa en 1099 construyeron una fortaleza sobre las ruinas de Gat, y el lugar se convirtió posteriormente en el pueblo árabe de Tel el-Safi, abandonado durante la guerra en torno a la creación del Estado de Israel en 1948. En la actualidad, Gat es un parque nacional.

Foto: Restos de una torre de tiempos de los cruzados.


Una población israelí fundada en 1955 varios kilómetros al sur lleva el nombre de Kiryat Gat porque se identificó erróneamente a otro grupo de ruinas como la ciudad filistea.

El recuerdo de los filisteos quedó registrado en la Biblia.

El héroe Sansón, casado con una mujer filistea, los combatió en muchas ocasiones hasta que, debido a una traición, pudieron capturarlo, arrancarle los ojos y llevarlo a su templo en Gaza. Allí, según el relato, pudo liberarse de sus ataduras y destruir dos pilares, lo que provocó el derrumbe del templo y mató a todos los que se encontraban allí, incluido él mismo. Ahora observen que interesante fotografía la que aparece a continuación.

Foto: Gran estructura con restos de dos pilares.

Uno de los hallazgos fascinantes en Gat son los restos de una estructura grande, posiblemente un templo, con dos pilares. Maeir sugiere que se trataba de un elemento de diseño común en la arquitectura religiosa filistea cuando fue incorporado a la historia bíblica de Sansón.

Los excavadores en Gat han hallado fragmentos con nombres similares a Goliat, que es indoeuropeo, no un nombre semita como hubieran empleado los cananeos o los israelitas. Los hallazgos revelan que los filisteos usaban esos nombres y que ese detalle también aporta a un retrato preciso de su sociedad.

Los hallazgos confirman la idea de que la historia de Goliat refleja fielmente un aspecto de la realidad geopolítica de la época, dijo Maeir: la interacción a menudo violenta entre los poderosos filisteos de Gat y los reyes de Jerusalén en la frontera común.

"Esto no significa que algún día hallaremos una calavera con un agujero en la frente provocada por la piedra que lanzó David, pero refleja un entorno cultural que en verdad existía en esa época", dijo el arqueólogo.

Comentario Origénesis:

Estos hallazgos así como otros hallazgos anteriores reflejados en origenesis.blogspot.com muestran que la historia bíblica es veraz y estos hechos están saliendo a la luz. La Biblia tenía (y tiene) razón!!

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La primera imagen de Cristo asociada a unos supuestos textos paleocristianos


Después de casi 2.000 años ocultos en una cueva en Tierra Santa, los detalles de esta imagen son bastante difíciles de validar. Aún así a algunos expertos, la imagen les resulta misteriosamente familiar e interpretan en ella a un joven barbudo con pelo rizado portando una corona de espinas alrededor de la frente. La imagen fue hallada en una cueva en el pueblo de Saham en Jordania, en las tapas de un pequeño libro de metal. El libro, es poco mas grande que una tarjeta de crédito y ha sido encontrado junto a otros 70 códices de metal. Estos códices encontrados se asocian al inicio del cristianismo y podrían haber sido escritos y tallados por personas que conocieron en vida a Jesús. En una de las pocas frases que han sido traducidas se lee "Salvador de Israel"

De ser ciertas estas afirmaciones, ¿podríamos estar ante el primer retrato de Jesucristo, creado posiblemente por quienes le conocieron en vida?

La arqueología de los primeros cristianos es escasa. De hecho, se sabe de esta nueva fé tras la crucifixión de Jesús, únicamente, por el hallazgo de las cartas de Pablo. Pero hasta ahora, no se ha descubierto todavía ningún movimiento cristiano primitivo.

El hallazgo de los códices ¿cristianos?

La cueva quedó descubierta tras un corrimiento de tierra causado por las inundaciones ocurridas en la zona en 2005.

En dicha cueva un pastor encontró unos nichos que guardaban un formidable tesoro en su interior. El extraordinario hallazgo consiste en hasta 70 códices de metal cada uno de entre cinco a 15 hojillas de plomo y sellados con ese mismo material y con cobre, que yacían dentro de las tumbas junto a unos rollos, un cuenco de incienso y otros artefactos.
Estos códices han estado ocultos dos mil años y podrían ser los textos cristianos más antiguos conocidos hasta ahora. De confirmarse que son cristianos y no judios estos códices guardarían nuevos datos sobre la vida de Jesús y el nacimiento del cristianismo.

El área donde se han encontrado estos libros es árida, montañosa , con una agricultura inviable. Los habitantes del lugar durante generaciones han tratado de hacer negocio con este tipo de objetos arqueológicos. El pastor no entendió el lenguaje y los símbolos de los textos, pero supo que tenía algo valioso entre manos. Vendió su botín a un beduino israelí llamado Hassan Saeda, quien los pasó en contrabando por la frontera, hoy es el propietario de estos libros y está enfrentado en una ardua disputa con el gobierno jordano que reclama la devolución de los textos. "En la imagen el actual propietaro; Hassan Saida con algunos de los libros artefactos que según él heredó.

Libros sellados sagrados

Según ha publicado el Daily Mail, los códices estaban ocultos en esta cueva en pequeños nichos y sellados con anillas de metal, seguramente, porque quienes allí los depositaron quisieron que nunca fueran leídos. El motivo podría ser porque contenían ocho o nueve escritos con la palabra sagrada.

De hecho los primeros judíos protegieron el nombre sagrado de Dios, que sólo alguna vez fue pronunciado por el Sumo sacerdote en el Templo en Jerusalén en el Yom Kippur (el día judío del arrepentimiento, considerado el día más santo y más solemne del año).

Sin embargo la pronunciación original ha sido perdida, pero ha podido ser transcrita en cartas romanas como YHWH y por lo general es traducida como Yahvé o Jehová. Un libro sellado que contiene esta información sagrada fue mencionado en el bíblico libro de las Revelaciones.

El códice con la cara de Jesús

Los códices encontrados son de un tamaño más bien pequeño. Ha sido posible abrirlos con mucho cuidado, aunque el códice que muestra que la imagen que se ha relacionado con la de Cristo todavia no ha sido abierto.

En las tapas de uno de estos códices de metal, una especie de folleto un poco más pequeño que una tarjeta de crédito moderna, que tiene todos los lados sellado se muestra un representación tridimensional de una cabeza humana tanto sobre el frente como sobre la espalda. Incluso la huella digital del fabricante puede ser vista en la impresión de plomo.

Algunos arqueólogos y estudiosos que han visto esta imagen la han relacionado con la de Jesús ya que una de las pocas frases hasta ahora traducidas de esta escritura antigua hebrea, asombrosamente, ha sido esta:' el Salvador de Israel '.

Contexto y escritura

A diferencia de los rollos del Mar Muerto, los códices de plomo tiene una pequeña cantidad de escritura reslatando quizás más las imágnes que el texto,que aparece estar escrito en una lengua Fenicia, aunque el dialecto exacto deba aún ser identificado. En el tiempo en que estos códices fueron escritos ,Tierra Santa estaba poblada por sectas diferentes, incluyendo Esenios, Samaritanos, Fariseos, Saduceos,..

El área es renombrada como un refugio histórico para judíos antiguos que escapaban de la persecución tras una serie de rebeliones contra el Imperio romano durante el primero y principios del s.II

La cueva está a menos de 100 millas de Qumran, donde fueran descubiertos los rollos del Mar Muerto y cerca de cuevas que han sido usadas como santuarios para refugiados de las últimas rebeliones judías contra el Imperio romano en 132 a.d.C.

Autores

De ser genuino, parece claro que estos libros, de hecho, fueron creados por una temprana secta Mesiánica judía, quizás estrechamente aliados con la iglesia paleocristiana y segun los estudiosos estas imágenes representarían al mismo Cristo.

El debate

El debate de si estos libros de metal son genuinos y, de ser así, si representan los textos más antiguos conocidos de la Iglesia Paleocristiana está, digamos, en una fase preeliminar a falta de que los libros sean objeto de un estudio riguroso.

Sin embargo el director del Departamento de Jordania de Antigüedades,- Ziad Al-, tiene pocas dudas. Ziad cree que los textos pueden haber sido escritos por los seguidores de Jesús en las décadas siguientes a su crucifixión.
Ziad Al cree que estos códices darán mucho juego y que 'Ellos quizás será más significativos que, los rollos del Mar Muerto, ' dice él. ' La información inicial es muy alentadora y parece que estamos ante un descubrimiento muy importante y significativo - tal vez el descubrimiento más importante en la historia de arqueología. '- dice.

Una de las pocas personas que ha visto la colección es David Elkington, un estudioso de arqueología religiosa, quien lidera el equipo británico dedicado a conseguir que los libros sean llevados a un museo de Jordania. El arqueólogo británico, como el resto de la comunidad científica, sabe que si los textos no son judíos, sino cristianos, su valor es muy importante.

En el medio digital Latercera.com nos amplian mejor esta información:

[ Una cruz y una tumba

Para Elkington, la evidencia es contundente. El mismo hecho de que se trate de libros -dice- sugiere que son cristianos, ya que los judíos y los romanos usaban rollos. "Es realmente único. Lo que tenemos aquí son 70 libros y cinco o seis rollos pequeños. Hubo una pequeña transición entre los años de pergaminos y los años de los libros. En la Biblia hay muchas menciones de libros que se mantienen sellados. De hecho, los libros sellados se mencionan en el Libro de Apocalipsis", dice Elkington a La Tercera.
No son los únicos signos que avalan el origen cristiano. Uno de los libros, cuenta, tiene unas placas de yeso que representan un mapa de la ciudad santa de Jerusalén. En el primer plano hay una crucifixión y detrás de ella una tumba, que puede ser la de Jesucristo. En otros, hay imágenes del Templo de Jesrusalén y ramas de palma, todos los cuales están asociados con la Fiesta de los Tabernáculos o Sucot, que en su forma más antigua era conocida como la Fiesta del Mesías. "Aunque todavía tenemos que descifrar la mayor parte de la lengua, a través de sus imágenes es muy fácil ver cómo retratan la vida de Jesús", dice.
Otro dato: está escrito en hebreo asmoneo, que es un idioma antiguo de los rituales del Templo de Jerusalén. "No es una lengua hablada. Se usaba en el templo para textos que no debían ser leídos por la población, sino sólo por los sumos sacerdotes", explica y agrega que, posiblemente, los primeros cristianos usaron esta lengua con el mismo fin. Por eso, también los libros fueron hechos en metal, para que no se pudieran editar. Llegaron a Jordania posiblemente en manos de cristianos que huyeron de Jesrusalén tras su destrucción por los romanos, en el año 70.

Edad oscura del Cristianismo

Los expertos británicos, que pudieron ver, fotografiar y analizar parte de los libros cuando fueron facilitados por Saeda, creen que los textos tienen unos dos mil años, según las pruebas a los que fueron sometidos. "Creemos que es probable que pertenezcan a la Edad Oscura del cristianismo, que fue un período de unos 20 años, inmediatamente después de la muerte de Jesús. No hay registros de esa época, porque éstos se perdieron cuando los romanos destruyeron Jerusalén y lo que quedó, irónicamente, fue destruido por los cristianos cientos de años después", para evitar que fueran conocidos.

Dudas sobre el origen cristiano de los libros

Pero hay expertos que han expresado sus dudas sobre el origen cristiano del hallazgo. En un reciente artículo en el diario El Mundo, Antonio Piñero, catedrático español y autor de numerosos libros sobre la Historia Bíblica, sostuvo que las primeras comunidades cristianas no tenían los recursos para pagar el uso del metal y que no le cuadra, por ejemplo, que en el libro no esté el símbolo cristiano del pez.

Elkington refuta las declaraciones de Piñero y las tacha de simplistas, pues la iglesia primitiva era muy popular y perfectamente pudo sumar esos recursos. "Los primeros cristianos era numerosos. Miles y no cientos de personas recibieron a Jesús en su ingreso a Jerusalén. Además, un texto del siglo I o II, los Reconocimientos Clementinos, habla muy claramente acerca de la comunidad de San Santiago, discípulo de Jesús, que tenía sobre cinco mil personas.

Lo que estos códices pueden decirnos es justamente sobre estos grupos, lo que ellos creyeron y lo que Jesús fue", señala.
La carencia del símbolo del pez en los códices es obvia para el arqueólogo británico: "Los peces no existían como un símbolo cristiano en la época de Cristo, ni hubo un movimiento llamado cristianismo hasta alrededor del 63 d.C., cuando el término fue acuñado por primera vez en la ciudad de Antioquía de Siria. Los primeros cristianos se conocieron como Ebionitas y es muy probable que fueran los autores de estos códices.

Según los análisis que hemos hecho y la iconografía de los textos, creemos que éstos son del siglo I y que es el texto cristiano más antiguo jamás encontrado. Tal vez de un año o dos después de la muerte de Jesús", dice.

fuente: http://arquehistoria.com/historias/la-primera-imagen-de-cristo-asociada-unos-supuestos-textos-paleocristianos

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La historia Bíblica según la arqueología moderna - Las investigaciones confirman la verdad bíblica (tomado del diario "la tercera")

Tras una agobiadora jornada de trabajo bajo el sol de Israel, el equipo de arqueólogos del Union College de Jerusalén se preparaba para una pausa entre las ruinas de Tel Dan, una antigua ciudad del norte. Pero antes de descansar, Gila Cook -una de las encargadas del equipo- notó una inusual sombra en una de las paredes que habían quedado expuestas, tras excavar lo que había sido la entrada principal.

Era el 21 de julio de 1993 y, según relata la exploradora, al acercarse descubrió un trozo de basalto que sobresalía del piso y que tenía un texto escrito en arameo antiguo. Emocionada, llamó a viva voz a Avraham Biran, investigador en jefe. Su sorpresa fue inmediata: tenían una inscripción sobre una victoria militar del rey de Damasco en el siglo IX a.C. que mencionaba al "rey de Israel" y "la casa de David".

La noticia fue un suceso histórico y científico. Por primera vez se había encontrado una referencia no bíblica que comprobaba la existencia del monarca, figura central de las escrituras cristianas y reconocido no sólo por sus grandes dotes artísticas y de guerrero, sino por ser un ancestro de Jesús. Luego de siglos de exploraciones y especulaciones, que incluso hablaban de que David había sido inventado por escribas hebreos, se descubría un texto gestado por un enemigo del monarca.

Ese fue el punto de partida de una seguidilla de hallazgos que en los últimos años han dado un impulso sin precedentes a la arqueología bíblica. Una disciplina que surge tras el descubrimiento de los rollos del mar Muerto (1947), cuando los científicos dejan de considerar al texto religioso como una historia que sólo cabía desmitificar y comienzan a usar la Biblia como una brújula escrita para guiar las excavaciones.

Los esfuerzos más recientes por escudriñar en los textos sagrados han rendido frutos, al lograr ilustrar episodios como la batalla entre David y Goliath y eventos relacionados con la vida de Jesús, los que se han ido enriqueciendo con detalles que permanecían perdidos en el tiempo (ver infografía). Sin embargo, en este proceso la ciencia también ha sacado a la luz reliquias que cuestionan algunos pasajes bíblicos, como el Evangelio de Judas, que parece mostrar cómo Jesús le pidió a su apóstol que lo entregara a las autoridades. Este rol de comprobación y, a veces, de refutación, es uno de los principales desafíos de la arqueología bíblica, dice a La Tercera Robert Cargill, arqueólogo de la U. de California.

"La arqueología nos ayuda a mejorar nuestra comprensión de la Biblia. De la misma forma en que visitar un sitio permite comprender su legado histórico. A veces, nos da evidencia que la contradice. Por ejemplo, no hay ninguna prueba del éxodo de los judíos de Egipto o del gran diluvio. Pero también hay muchos hallazgos en Jerusalén y otros lugares que sí apoyan estos textos", dice Cargill. Y agrega: "La idea es no desechar la Biblia por completo sólo porque algunos pasajes no pueden ser verificados. Este libro es una antigua pieza de literatura, que debe ser examinada por lo que es: una antigua colección de documentos que nos dan información no necesariamente sobre lo que ocurrió, sino sobre lo que la gente creía en el mundo antiguo".

Comprobando las Escrituras

Si se les pregunta a los expertos cuáles son los hallazgos que han marcado los últimos años, algunos nombres de lugares y personajes suelen repetirse. Uno de ellos es el que asombró al mundo en 2007, cuando los exploradores liderados por el arqueólogo israelí Ehud Netzer anunciaron el descubrimiento de la tumba del rey Herodes el Grande, en Herodium, al sur de Jerusalén. El monarca, nombrado por los romanos para gobernar Judea entre el 37 a.C. y el 4 a.C., es descrito en la Biblia como el impulsor de la llamada "masacre de los inocentes" (al saber del nacimiento de Jesús, ordenó la muerte de los menores de dos años en Belén).

Pero, además de su nefasta fama, fue conocido por su grandilocuente visión arquitectónica, al ordenar la construcción de murallas alrededor de la antigua Jerusalén y la casi mítica fortaleza de Masada, último bastión de la rebelión judía ante los romanos en el 73 d.C. La mayoría de los arqueólogos asumía que había sido enterrado en Herodium, pero fue una monumental escalera de 6,5 m de ancho construida para la procesión funeral de Herodes -descrita en detalle por el historiador Josephus- la que finalmente guió a Netzer a un gran sarcófago destrozado de 2,5 metros de largo. En el interior no había restos humanos, pero sus detallados ornamentos y las edificaciones del lugar hacen que los expertos afirmen que allí estuvo el cuerpo del monarca.

Según explicó Netzer en 2007, el descubrimiento puso fin a 30 años de búsqueda y dio sustento a la mítica ambición de Herodes: Herodium es el único sitio que lleva su nombre y fue elegido por el rey para inmortalizarse, integrando un gigantesco palacio ubicado en la cima de una colina desértica. "Este hallazgo es significativo porque pone en perspectiva a Herodes, una figura clave para el cristianismo", señaló a The Guardian.

Ilustrar cómo un rey elaboró una majestuosa tumba ayuda, según dice a La Tercera Israel Filkenstein -arqueólogo de la U. de Tel Aviv-, a los especialistas a ahondar en el contexto económico, social, político y demográfico que marcaba la época en que se escribieron los textos. Una opinión que comparte Michael Coogan, profesor de estudios religiosos de Stonehill College (EE.UU.): "Si tomamos el ejemplo de una ópera, la Biblia sería el libreto y la arqueología, el escenario en que transcurre", indica a La Tercera.

Si bien en los últimos años se han efectuado descubrimientos en varias zonas de Israel -incluyendo una sinagoga en el pueblo de Migdal, donde Jesús habría orado regularmente, y casas de 2.000 años en Nazaret, que revelan un pueblo de apenas 50 hogares y con un estilo de vida humilde-, la gran mayoría se concentra en Jerusalén. Restos de cerámicas y otros objetos muestran que la ciudad fue habitada desde el 4000 a.C., aunque fue el rey David quien la estableció como capital del reino unido, en 1000 a.C.

Y fue su hijo quien edificó el primer templo de la ciudad. El Libro de los Reyes narra como Salomón trajo a su esposa egipcia a la ciudad de David, donde había construido su hogar y una gran muralla. En 2010, arqueólogos encontraron en Jerusalén una gigantesca muralla del siglo X a.C. que brinda sustento a la existencia de un palacio real y una capital fortificada bajo el control de un rey. Además de la estructura descubierta -que tiene 10 m de alto y 70 m de largo-, se halló una monumental torre y un gran pórtico.

"Esta es la primera vez que nos topamos con una estructura que se ciñe a las descripciones de las obras de Salomón. Encaja en la historia bíblica y mejora nuestra habilidad de establecer un nexo con la muralla de Jerusalén. Es muy probable que la Biblia, como las historias de muchas dinastías, preserve un núcleo esencial de verdad", indicó el arqueólogo Eilat Mazar al sitio de noticias Haaretz.

El capítulo de Jesús

Las evidencias ligadas a los pasajes más recientes de las Escrituras, especialmente a la vida de Jesús, su familia y apóstoles, también están saliendo a la luz en forma de objetos y textos. Ya en 1968 exploradores encontraron los restos de un hombre de unos 20 años en una cueva, al noreste de Jerusalén. Fue un hallazgo considerado único, ya que si bien los romanos eran conocidos por crucificar a miles de rebeldes, ladrones y desertores, nunca se había encontrado una víctima de esta técnica. Y los restos corroboraron la descripción bíblica de esta ejecución: el tobillo izquierdo del hombre presentaba un clavo de 11 cm que lo atravesaba y un pequeño rectángulo de madera entre el hueso y la cabeza del clavo, para evitar que liberara su pierna de la cruz.

La evidencia no sólo corresponde a una época similar a la crucifixión de Jesús mencionada en la Biblia, sino que, según los expertos, da sustento a la descripción de su entierro. Durante décadas se creía que los romanos se limitaban a lanzar los cuerpos en fosas comunes, para que los devoraran los animales y así imponer miedo. Pero el cuerpo mostró que, en ciertas ocasiones, permitían un procedimiento fúnebre como el mencionado en las Escrituras.

Exploraciones más recientes de Jerusalén y sus alrededores han dejado al descubierto referencias no ligadas tanto a la muerte de Cristo, sino que a la imagen que propagaban sus milagros y a los personajes que lo rodearon, como Juan el Bautista. Hace siete años, trabajos en el barrio de Silwan dieron la ubicación de una pileta donde, según la Biblia, Jesús le devolvió la vista a un ciego y en 2008, arqueólogos submarinos recuperaron en la bahía de Alejandría (Egipto) una vasija de fines del siglo 1 d.C. que dice Dia chrstou o goistais ("Cristo, el mago").

De acuerdo con Franck Goddio, del Centro Oxford de Arqueología Marítima, se trataría de la referencia más antigua conocida de Jesús fuera de la Biblia. Las palabras en la inscripción ilustrarían, además, cómo el cristianismo y el paganismo se entrelazaron durante los primeros años posteriores a la crucifixión. El investigador señaló a Discovery News que es muy probable que algún mago haya escrito "Cristo" en la vasija para legitimar sus propios poderes invocando su nombre: "Es muy probable que en Alejandría -donde, además, se encontraría uno de los palacios de Cleopatra- supieran de la existencia de Jesús y sus legendarios milagros".

En 2004, los arqueólogos hallaron una pista del legado de Juan el Bautista, al localizar una cueva en Jerusalén que pudo haber sido utilizada por este personaje para algunas de sus ceremonias. El lugar, de 21 metros de largo, fue excavado entre el 800 y 500 a.C. e incluye una serie de tallados del siglo V d.C. que muestran la imagen de un hombre con un báculo. No hay evidencia directa del nexo entre el lugar y Juan, pero el arqueólogo británico Shimon Gibson dijo a Fox News que los tallados, más una piedra usada para el lavado de pies y la proximidad con el lugar donde vivía Juan, hacen presumir que la cueva fue utilizada por él.

"Aparentemente, este sitio fue adoptado por Juan el Bautista, quien quería un lugar al que traer gente y así realizar sus rituales y propagar sus ideas sobre el bautismo", agregó Gibson. Amihai Mazar, arqueólogo de la U. Hebrea de Jerusalén, señaló a La Tercera que pese a la falta de confirmación del nexo, hallazgos de este tipo ilustran las costumbres y ritos de la época: "Ahora podemos reconstruir la forma en que la gente vivía, cómo se veían los asentamientos, cuál era su economía y su estructura social".

Objetos de controversia

Claro que los hallazgos no han estado exentos de controversias, casi siempre precedidos espectacularidad mediática. Uno de los episodios más simbólicos en este sentido ocurrió el año pasado, cuando se anunció el descrubimiento del Arca de Noé en la cima del monte Ararat (Turquía). Tras una serie de críticas por sus incongruencias en términos de datación, fue calificado como falso.

Algo similar podría ocurrir con el anuncio de hace pocos días sobre el supuesto hallazgo de dos clavos usados para crucificar a Jesús. El documental, guiado por Simcha Jacobovici (quien hace años dijo haber encontrado la tumba de Jesús), mezcla datos empíricos con una serie de presunciones para narrar el hallazgo de estos objetos en una tumba explorada en 1990 y que, por alguna razón, fueron a dar al laboratorio de un antropólogo en Tel Aviv, donde permanecieron olvidados.

El principal argumento del realizador es que en el sepulcro también se encontró un osario que sí tiene respaldo científico y que tiene un nexo con la muerte de Jesús: una urna con restos humanos y la inscripción de "Caiaphas", nombre del alto sacerdote que organizó la captura de Jesús. Robert Cargill, quien integra un comité de arqueólogos de EE.UU. dedicado a rebatir anuncios que carecen de fundamentos necesarios, dice a La Tercera: "Este tipo de presunciones son realizadas por aficionados, no por arqueólogos profesionales. Usualmente, son trucos para ganar dinero o convencer a la gente de un cierto argumento de fe".

Sobre lo que aún los científicos no logran consenso es el Evangelio de Judas. El texto, de 1.700 años de antigüedad y escrito en copto o egipcio cristiano, sigue causando polémica, no porque se dude de su autenticidad, sino por su significado. Si bien la Biblia describe a Judas como un traidor, la traducción inicial muestra al apóstol como el amigo más cercano de Cristo y el discípulo que sacrifica a su maestro a petición de éste, lo que implica una reinterpretación de los textos bíblicos. Otros análisis, sin embargo, postulan que el texto no dice eso, sino que Judas fue un "demonio" y que sí traicionó a Jesús.

Al analizar lo que queda por descubrir, los investigadores se dividen. Algunos mencionan ciudades o más detalles del rey Salomón, pero el mismo Robert Cargill afirma que el requisito clave, tal como ha sido hasta ahora, es descifrar más información sobre la vida diaria de la sociedad en que se elaboraron los escritos: "Un hallazgo soñado sería algo como los rollos del mar Muerto, un grupo de documentos que abra una nueva ventana para entender la forma en que pensaba e interactuaba esta gente miles de años atrás. Me encantaría hallar algo escrito en un idioma nuevo y descifrarlo. O encontrar un palacio o templo, porque ningún explorador serio diría que encontró el Arca de la Alianza, la cruz de Cristo o el Santo Grial".

http://diario.latercera.com/2011/04/23/01/contenido/tendencias/26-66651-9-historias-biblicas-lo-que-la-ciencia-ya-decifro-y-las-preguntas-pendientes.shtml

ORIGENESIS: Hasta aquí es la nota del diario la tercera de Chile. Nosotros como siempre, destacamos que la Biblia para los arqueólogos y científicos es "culpable hasta que se demuestre lo contrario", esto es, tenemos que demostrar cada palabra que está escrita y la arqueología termina siendo nuestra mejor aliada al demostrar historia por historia que la verdad bíblica yace en lo profundo y sale a la luz continuamente. La Biblia por lo tanto, como nosotros sabemos y creemos, dice la verdad, pero el mundo científico es reticente a aceptarlo aún con las pruebas a la vista y la arqueologia lo está demostrando claramente.
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Descubren en Jordania láminas de plomo con referencias a la vida Yeshua Mesías. Son láminas de 2000 años de antiguedad.

Pergaminos en plomo han sido descubiertos en una cueva remota en Jordania y podrían ofrecer un relato contemporáneo de los últimos años de Jesús.

El hallazgo de los pergaminos y 70 códices de plomo -pequeños volúmenes del tamaño de una tarjeta de crédito- conteniendo la antigua escritura hebrea y hablando del Mesías y la Resurrección, ha despertado el interés de los estudiosos de la Biblia. Gran parte de la escritura está en código, pero los expertos han descifrado las imágenes, símbolos y unas cuantas palabras. Los textos podrían tener 2.000 años de antigüedad.

Algunos académicos se muestran escépticos sobre el descubrimiento, ya que han sido numerosos los fraudes y las falsificaciones sofisticadas producidas en los últimos años.

Muchos de los códices están sellados, lo que sugiere que podrían ser escritos secretos referidos en el libro apócrifo de Esdras, un apéndice de algunas versiones de la Biblia. Los textos han sido escritos en pequeñas en hojas de plomo atadas con un alambre.

El tesoro fue encontrado hace cinco años por un israelí beduino y puede haber existido desde el siglo primero, en la época de la Crucifixión y Resurreción de Jesús.

Varios expertos han examinado los escritos, incluyendo a Margaret Barker, ex presidenta de la Sociedad para el Estudio del Antiguo Testamento, con un reconocido conocimiento sobre los estudios de los primeros cristianos.

Ella declaró a Sunday Times cómo la intriga que rodea a estos objetos era similar al secretismo que supuso, en el mercado negro, el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto. Hay un floreciente mercado de antigüedades en Oriente Medio y muchas figuras siniestras que participan en él. Un arqueólogo ha recibido, supuestamente, amenazas de muerte.

La Sra. Barker dijo: "Ha habido un montón de engaños. Grandes sumas de dinero han sido mencionadas, hasta un máximo de 250.000 libras se han sugerido como precio por una sola pieza".

Ella ha tenido acceso a fotografías tomadas de los códices y pergaminos, si bien se muestra cautelosa antes de confirmar su autenticidad. Pero dijo que si el material era original, entonces los libros podrían ser una evidencia "única y vital" sobre los primeros cristianos.

"Si ellos son una falsificación, ¿qué es lo que están falsificando? La mayoría de las falsificaciones se han extraído de material existente, pero no hay nada como esto que haya visto", señaló.

El propietario del material escondido es un beduino llamado Hassan Saeda, el cual vive en la aldea de Um-al-Ghanam, en el norte de Israel, según Sunday Times. Él cree que se obtuvo después de que fuera descubierto en el norte de Jordania.

Dos muestras fueron enviadas a un laboratorio en Inglaterra, donde fueron examinadas por Peter Northover (Foto a la izquierda), jefe de un grupo de arqueología experto en ciencia de los materiales. El veredicto no fue concluyente sin más pruebas, pero dijo que la composición era "consistente con una gama de plomos antiguos".

Sin embargo, Philip Davies, (Foto a la izquierda), profesor emérito de estudios bíblicos en la Universidad de Sheffield, está convencido de que los códices son genuinos después de estudiar uno de ellos. Él ha dicho a sus colegas en privado que cree que el hallazgo es poco probable que sea una falsificación, según manifestó Sunday Times

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Exposición de Monedas de Jerusalén

Una nueva exposición, “Monedas de Jerusalén”, se inauguró en el Centro de Visitantes del Banco de Israel en Jerusalén. La nueva exposición se puede ver junto a la exposición permanente sobre billetes en la Tierra de Israel.

La nueva exposición muestra las monedas acuñadas en Jerusalén en toda su historia, comenzando con el período persa (siglo IV a. c.), e incluye las monedas acuñadas por los Seléucidas, Asmoneos, Herodianos y los rebeldes de la guerra judía contra Roma. En la época romana, cuando una ciudad pagana llamada Aelia Capitolina fue erigida sobre las ruinas de la ciudad, los romanos acuñaron monedas locales con características romanas. Hubo una sola acuñación de monedas en la ciudad durante el período bizantino, y otra en el período de transición entre el bizantino y el período árabe. Todas estas monedas están representados en la exposición.

Junto a las monedas acuñadas en Jerusalén, también se ofrecen otras monedas antiguas y modernas que presentan a Jerusalén. Así, por ejemplo, una moneda de la época de la revuelta de Bar Kojba representa la fachada del templo, y en la Edad Media, los cruzados acuñaron monedas que presentaron la Torre de David y la Iglesia del Santo Sepulcro. Muchas monedas especiales conmemorativas y medallas acuñadas en Israel representan los edificios de Jerusalén, el horizonte, o de acontecimientos históricos, y estas también se muestran en la exposición.

Todos los objetos expuestos son originales: la mayoría son de la colección del banco de Israel, y algunas otras son de préstamo de otras colecciones.

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La estela de Mesha y el nombre de Yahvé

Yo tuve la gran oportunidad de ver en persona esta interesante piedra testigo de la historia, en el mismísmo museo del Louvre en París, Francia, el año pasado (2010) y de inmediato me llamó la atención.


A la izquierda podemos ver una foto original de la piedra tomada por mi mismo y exclusiva para Origénesis.


Investigo un poco acerca de la estela de Mesha y encuentro que esta estela de Mesha muestra hechos del moabita rey Mesha del siglo IX a. C. y que fué descubierta recién en el 1868. Las 34 líneas de inscripciones son los textos mas extensos jamás encontrados de la mas antigua Palestina y fue escrita en un alfabeto pre-hebreo. Esta piedra fué mandada a construir por el Rey de los moabitas Mesha, cerca del año 850 a. C., para registrar sus victorias contra el Reino de Israel, que emprendió tras la muerte de su gobernante, Ahab. Esta piedra es una muestra además de la veracidad histórica de la existencia en la antiguedad del Reino de Israel (porque resulta que también ahora se duda que haya existido Israel en la antiguedad, en pocas palabras, se duda de todo lo que tenga que ver con la historia del Israel y del Cristianismo).

Una cosa muy interesante que tiene esta piedra es la
primera aparición histórica del nombre de Yahvé registrada, apareciendo el tetragramatón en las inscripciones de la piedra.


















Para los que todavía dudan de la historicidad bíblica podemos ver el nombre de Omri rey de Israel explícitamente mencionado en la estela.


עמרי מלך ישראל

(En Hebreo: Omri rey de Israel)


La estela describe:

1. cómo Moab fue conquistado por Omrí, Rey de Israel, como el resultado del disgusto del dios Kemosh. Las victorias de Mesha sobre el hijo de Omri (no mencionado por su nombre), sobre los hombres de la tribu de Gad en Ataroth, y en Nebo y Jehaz;
2. sus construcciones públicas, restaurando las fortificaciones de sus fortalezas y construyendo un palacio y depósitos para el agua; y
3. sus guerras contra los Horonaim.

Esta inscripción puede ser interpretada como suplemento y corroboración de la historia del Rey Mesha registrada en el 2 Reyes 3:4-27, ganando por ello un prominente lugar en el corpus de la arqueología bíblica. Pero debemos tener en cuenta algunas diferencias. En la Biblia es Ahab, el hijo de Omri, quien conquista Moab, y la rebelión es contra el hijo de Ahab, Jehoram. Más aún, en la Biblia, no es Kemosh quien da la victoria a Mesha sino Yahweh quien da la victoria a Jehoram.

Eliseo predijo al Rey de Israel que los judíos iban a ganar la batalla y según la historia bíblica así iba efectivamente ocurriendo hasta que en un momento dado, viendo perdida la batalla, Mesha sacrifica a su propio hijo provocando un furor (no explica la Biblia de que se trató ese furor), de modo que Israel se retira. A todo esto creería que Mesha no querría dejar por escrito que tuvo que sacrificar a su propio hijo para evitar que Israel tuviera una victoria completa y total en esa batalla.

Otra cosa altamente interesante que esta piedra tiene es una referencia a "la casa de David". En 1994, tras examinar tanto la Estela de Mesha como el molde de papel de ella en el Museo del Louvre, el científico francés André Lemaire reportó que la línea 31 de la Estela de Mesha muestra la frase "la casa de David" (en Biblical Archaeology Review [May/June 1994], pp. 30-37)

Una sola piedra, pero muchas evidencias a favor de la historicidad de la Biblia.

Para finalizar, el idioma moabita utilizado en esta piedra es muy parecido a una forma temprana del idioma hebreo.

Otra prueba mas de la veracidad bíblica sobre los hechos narrados en las escrituras y que, gracias a Yeshua tuve la oportunidad de ver en persona.
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